Estudio de viabilidad para tu proyecto hotelero
Hoy en día, el mercado del sector turístico ha complicado las claves para alcanzar el éxito de un hotel. Ya no basta solo con disponer de una buena ubicación céntrica y estar al lado de los lugares de mayor interés de la ciudad, sino que también cuentan otra serie de factores que hacen que un proyecto hotelero sea lo suficientemente rentable para llevarlo a cabo.
En primer lugar, los inversores y promotores analizan al detalle las posibilidades que hay para que su idea se haga realidad, es decir si el proyecto es o no viable. Estos tipos de estudios los pueden realizan el personal experimentado del propio equipo promotor, y consultoras hoteleras, ya que suelen dar resultados más precisos, un ejemplo de ello, puede ser nuestra consultora IHCS, International Hotel Consulting Services, que ofrece servicios integrales de asesoramiento y gestión hotelera.
Un estudio de viabilidad se puede complementar con la elaboración de un buen plan empresarial que resuma las necesidades económicas, así como, las estrategias necesarias a desarrollar en cada área para cumplir los objetivos establecidos. El éxito o fracaso de tu proyecto hotelero dependerá en gran medida de la exactitud de dichas previsiones, ya que factores como el mercado, su evolución, la competencia y los recursos disponibles, entre otros, marcan el camino a seguir durante el proceso de inicio.
Algunos de estos factores se pueden resumir en:
- Área de mercado: Esta fase del estudio abarca información geográfica y económica del entorno, mercado disponible, canales de distribución y atractivos existentes en la zona. Esto nos sirve para determinar a qué tipo de mercado debe dirigirse nuestro nuevo hotel. En este punto, el promotor debe asegurarse de que el hotel puede atraer un número de huéspedes suficiente para hacer que el negocio hotelero sea lo bastante rentable, y también deberá prever las necesidades de plantilla.
- Competencia: El paso siguiente a realizar es la evaluación de la competencia. Es momento de ver la posición que ocuparemos dentro del mercado. Para llegar a este dato, los promotores tienen que conocer los objetivos de mercado de la competencia, sus tasas de ocupación, el número medio de las habitaciones, así como sus servicios, e instalaciones. También es importante evaluar los diseños de otros posibles proyectos en construcción.
- Lugar: Desde que los inversores se hacen un hueco dentro del mercado hotelero, deben decidir si el lugar elegido es el apropiado para la construcción del hotel. La estimación de la distancia a los atractivos más importantes, incluyendo el centro de negocios y áreas de recreo, junto con la preparación previa del terreno, la posibilidad de una futura ampliación y las normas medioambientales que afecten al lugar, juegan un papel clave en esta fase.
- Demanda: La demanda implica centrarse en el objetivo del mercado de nuevo, esta vez para determinar la tasa de ocupación prevista y finalmente el cálculo del precio medio de la habitación. En esta etapa sería importante documentar los motivos de viaje y los gastos tanto actuales como previstos para los próximos años de los turistas que visitan la zona, nuevas ofertas de alojamiento, cambios en los costes de temporada, duración media de la estancia y medios de transporte. Por lo que gracias a estas referencias podemos dividir la demanda en tres tipos: actual, latente y no absorbida.
- Instalaciones y servicios: Tras calcular la demanda y la ocupación, llega la decisión de qué tipo de hotel construir y de qué tamaño. Para que el proyecto sea viable, las tasas de ocupación deberán estar en torno al 60%, ya que se si construye un hotel demasiado grande para la demanda prevista, la ocupación puede ser notablemente baja. Los estudios sobre las infraestructuras, nos conducen a la construcción del edificio, el cual debe construirse en función de las necesidades del mercado.
- Estimaciones financieras: Este tipo de valoraciones no sólo ayudan a los inversores a tomar la decisión final de implicarse en el proyecto, sino que también les sirve de ayuda para obtener financiación. De esta manera se pueden prever los ingresos de los distintos departamentos del hotel, conjuntamente con los costes de construcción, apertura y explotación de la propiedad.
En definitiva, estamos ante la decisión de formar parte de un nuevo proyecto hotelero, gran paso que supone el comprometer ciertos elementos de valor, como pueden ser el dinero y el tiempo, pero que responderá a unas necesidades de mercado de forma fiable.