Pasos para seleccionar la compañía hotelera para la gestión de un hotel

La venta no es, ni mucho menos, la única solución que tiene el propietario de un establecimiento. Los contratos de gestión o explotación de un hotel para la administración hotelera por parte de una cadena son una alternativa para el propietario, pero que requiere una serie de pasos que exigen un asesoramiento detallado para elegir la mejor opción que se haga cargo de nuestro proyecto de futuro hotelero.

El acuerdo entre el propietario del hotel y la empresa, generalmente una compañía hotelera, que se encargará de gestionarlo es una modalidad empresarial que se ha generalizado en los últimos años. El propietario que no quiera o no pueda asumir los riesgos de la explotación de su establecimiento turístico, pero tampoco quiera desprenderse de él, encontrará en la gestión una solución adaptada a ambas exigencias.

Por su parte, a cambio de la posibilidad de administrar el hotel en una de sus diferentes modalidades de gestión que veremos a continuación, la cadena hotelera aporta una marca con una garantía de posicionamiento en el mercado que, empresarialmente, les conviene a ambas partes.

Pero a la hora de firmar la operación, ¿Qué busca el propietario del hotel?

• El retorno económico: uno de los intereses clave será obtener el retorno sobre nuestra inversión inicial. El hecho de que renunciemos a la explotación directa de nuestro establecimiento hotelero no implica que perdamos nuestra rentabilidad. El dueño del hotel también analiza como un activo todo lo relacionado con el aumento del valor turístico del hotel con los posibles cambios que tanto el establecimiento como su entorno pueden experimentar.
• Aumento de categoría: Por supuesto, el propietario del hotel también considerará como una prestación a su favor el hecho de que el establecimiento de su propiedad aumente de categoría, lo que, como es obvio incidirá en su valor.

Independientemente de ceder la explotación del negocio, la firma del contrato con una compañía hotelera para que se encargue de la gestión de nuestro establecimiento conlleva una serie de ventajas que se enumeran

Las condiciones impuestas por ambas partes y los factores económicos del sector condicionan los tipos de contratos de gestión hotelera. Existen tres tipos fundamentales:

• Explotación o arrendamiento. En el modelo de explotación hotelera o arrendamiento, el propietario sigue siendo dueño del establecimiento, y no sólo del inmueble, sino también de sus instalaciones. Se trata del modelo por excelencia en España durante los períodos de estabilidad económica. Existen dos opciones generales de canon de arrendamiento a recibir por parte del propietario. Puede tratarse de un pago fijo o de un importe variable sobre un margen de explotación.

• Gestión activa. La cadena hotelera tiene un papel mucho menos importante en este tipo de gestión, ya que sólo realizará la función de gerente del establecimiento. El riesgo empresarial correrá a cargo del propietario, aunque en este tipo de modelo de gestión el establecimiento también adoptará la marca de la cadena y ésta se comprometerá a una gestión profesional del negocio.
• Modelo híbrido. Combinación del contrato de arrendamiento y el de gestión. Conlleva el reparto de ganancias y riesgos de manea más equilibrada entre las dos partes.

A la hora de elegir nuestro modelo de gestión será determinante saber quién se va a hacer cargo de la misma. En este proceso necesitaremos un completo servicio de asesoría profesional y por eso en International Hotel Consulting Services podemos ayudarte aquí en este artículo sobre la gestión de tu proyecto hotelero. Será primordial, en primer lugar, analizar el proyecto y, posteriormente, elegir un plan de trabajo que desemboque en la adecuada puesta en marcha del proyecto.

¿Qué compañía hotelera me conviene para gestionar mi hotel?

Debemos partir de la base de que tanto del propietario del hotel como de la cadena hotelera que lo gestionará comparten unos objetivos que persiguen su rentabilidad en la gestión hotelera. El contrato entre ambas partes establecerá una serie de derechos y deberes que se rubricarán en beneficio del nuevo proyecto hotelero que está en juego.

Algunos de los pasos a seguir por el propietario para elegir la operadora hotelera más conveniente pueden ser:

• Posición en el mercado. Es importante el nombre de una cadena hotelera de notoriedad y prestigio entre los clientes. La notoriedad que ganará el hotel al pasar a tener relación con el nombre de la cadena hotelera es una ventaja muy competitiva.
• Estabilidad de ingresos. Una marca reconocida y con buena reputación aumentará también otros aspectos en la gestión y comercialización del establecimiento, como puede ser una mayor estabilidad en los ingresos o una mejora de la oferta comercial. Los contratos de gestión o arrendamiento suelen ser de largo plazo, partiendo desde los 10 años, lo que permite tener unos ingresos estables y perdurables.
• Mejora de la gestión comercial: Esta es otra de las ventajas de ceder la gestión a una compañía hotelera. Una cadena tendrá más margen que un propietario individual para poder negociar con los touroperadores, consiguiendo una mejor oferta en los precios, e incluso ganar en independencia respecto a las Otas y los TTOO. Este aspecto se traducirá en una reducción de las comisiones por parte del hotel, una mejora en los precios y, en definitiva, mayores ingresos.
• Reparto del riesgo empresarial. El propietario verá repartido el riesgo de su negocio con una empresa con gran experiencia en el sector. Será un aspecto que deberá quedar reflejado en el modelo de contrato firmado por las dos partes.

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